27 de noviembre de 2011

En un concierto hace ya unas semanas: Vetusta Morla

Hace unas semanas tuve el gusto de ir a ver a un grupo que conocí estando en México, siendo ellos de España. Ellos eran, y son, Vetusta Morla. Una banda independiente, unos outsiders dentro del mundo comercial de la música. Es la clase de banda que no sé cuanta acogida han tenido, pero por llegar en el momento en que llegaron a mi vida, son especiales. Ya el año pasado me quedé con las ganas de verlos, pues mi antiguo e ingrato pero muy bien remunerado empleo me tuvo literalmente esclavizado.
Ahora como hombre libre, me di el gusto de ir a verlos en una de las mejores salas de conciertos (por la acústica) que pueda haber en toda la Cd. de México.

Sobre el concierto, excelente, eché en falta algo más de eso que llaman feeling y alguna que otra canción más, pero si apartamos esas simples exigencias mías, estuvieron sublimes.

Más incapié en su último disco, consiguieron que escuche con más agrado el nuevo material.

Ahora las imágenes y algunos vídeos del concierto en El Plaza Condesa, en la capital de la república mexicana.
 
Así o más resplandecientes.

El cantante en casi ningún momento cantó solo.
 
Tenía al guitarrista justo en frente, y he de decir que Chapeau!
 
 El otro guitarrista estaba en la otra punta, pero tenía el teclado en mi lado.
 

Y también el bajista estaba de mi lado. Aunque ese no paraba quieto.


Mi mayor crítica va para los pesados de los fotógrafos. Siempre en medio.


Acá una de las múltiples agarradas de micro del vocalista.

Y el espectáculo continuaba e iba para arriba.
 
Momento terapia antiestrés: Bidón de gasolina vacío.

 
Y qué a gusto se quedaron...
Si hubiéseis visto cómo quedó el bidón...

 
La danza de calentamiento previo al ejercicio antiestrés.


 Aquí todos tocaban el teclado.


 Siempre que atenuaban la luz es porque iban a cantar una de sus clásicas.

Y yo aprovechaba para tomar alguna foto más de cerca.
Tanto del vocalista...

...como de bajista y guitarra.

En consecuencia, sublimes.
-Ovación-.

Ellos fueron Vetusta Morla, mi primer concierto. El siguiente será en febrero con mi estimado amigo Dani (por cierto, me tardé pero aquí está la reseña y las fotos) en Barcelona, ya si todo va bien, mi nueva ciudad de residencia.

25 de noviembre de 2011

Androginia

Androginia

Somos una vía de escape simple como una autopista. Un punto negro, una entrada, un desvío, una salida...

El término de androginia fue empleado por primera vez por Platón en "El banquete".
Las pláticas tórridas también nutren al arte.

23 de noviembre de 2011

Las edades de la inocencia


Tengo una alopecia localizada. Lo cual me frustra enormemente, más que nada porque cada vez la noto más grande. He leído que se debe al estrés, y justo empezó a aparecerme cuando renuncié a mi trabajo, debe ser que me salió todo al salirme de ese lugar... El caso es que hace casi dos meses de eso. Según lo que leí el vello volvería al recuperar la serenidad, no sé. Me gusta pensar que está peleando por salir el niño hay en mí. Visitaré al dermatólogo si veo que la cosa no mejora.

Cris

MP13 Cristina

Perdidos en la inmensidad de nuestro ser. Náufragos en nuestro pequeño bote de cordura. Siempre hay una tormenta perfecta que nos ahoga en la desesperación. Sólo queda esperar el despertar en una varada isla desierta que navegue por océanos mitológicos y lejanos.

Hacía más de un año que no dibujaba así, y Cris fue mi mejor excusa. Un retrato para alegrar al corazón, para navegar por la soledad.

20 de noviembre de 2011

Eternal sunshine of a Fhil's short life


Desde hace un tiempo hasta hoy creo que he sufrido (y aún sufro) un severo ataque de vanidad y narcisismo acentuado, más de lo habitual. Lo reconozco, eso me hace culpable de algo que no es malo si se lleva con cordura. El caso es que tras que me volvieran a robar el portátil, recuperé las "auto-"fotos de un respaldo y me dije que sería muy divertido colocar en serie todas las fotos que me tomaba antes de llegar a una que me agradara.
¿Ejercicio de humildad? ¿O es más vanidad?
Me da igual, simplemente son bytes muertos en mi CPU que no se podían desaprovechar.

Me inspiré en un capítulo de los Simpsons que a su vez se habían inspirado en un vídeo de Youtube de un tipo que se tomó fotos a diario durante seis años o una cosa así.


Título: Eternal Sunshine of a Fhil's Short Life 
Actor: Uno mismo 
BSO: Everyday de Carly Comando
Productor: Puebla366 Studio 
Duración: 1:47
Año: 2011

En seis: Oswaldo

Monstruo era tan guapo que espantó.

En seis: Cantos

Bebió tanta agua, que salieron sirenas.

En seis: Epicidad

La hormiga le ganó seis retos.

En seis: Soñadero

Corrío. Saltó. Cayó. Despertó. Mojó.
Castigado.

En seis: Deconstrucción

–Tenemos que hablar.
Y se besaron.

16 de noviembre de 2011

Cemcalacasúchil

Cemcalacasúchil

Cemcalacasúchil era el Mauricio Garcés de panteón. Deambulaba entre cripta y cripta calando hasta los huesos a las damas del lugar. Ayudándose de su floreada melena, tributo de sus conquistas en vida. A la cual recurría cuando alguna doncella se le resistía, era entonces que se acercaba cuidadosamente con su hueca mirada, estiraba su mano y de su cabeza lanzaba su flecha de amor de ultratumba, un cempasúchil. Por ello, Liborio, fue apodado como Cemcalacasúchil. Todo un dandy calavera.

*Hace dos semanas que quería hacerla, de hecho era para déa de muertos aquí en México, pero la carga de trabajo me ha tenido totalmente inhabilitado. Ahora, harto de trabajar me decidí a darme un descanso y a sacarme las ideas pendientes de la cabeza.

9 de noviembre de 2011

Volver a revolver

Se metió el revólver en la boca, encañonando a Dios. Cerró los ojos. Iba a revolver sus sesos, con la esperanza de recobrar la cordura. Iba a volver a ser quién era. El chasquido se llevó el protagonismo. La bala surcó la cavidad craneal, buscando algo que volar. Salió disparada matando a Dios. Sonrió, dejó caer el revolvedor y se echó a reír con la mitad de su cabeza tomando el fresco. Se acababa de dar cuenta que no podía revolver en donde no había nada. Se terminó durmiendo sonriente, sabiendo que hacía mucho que había perdido la cabeza.

7 de noviembre de 2011

¿Tuquitumí?

-¡Eh, tú! Estás en mi ventana. Vete.
-Yo no le veo el nombre por ningún lado. Vete tú.

-¿Cómo? ¿Tuquitumí? ¿Tuquitumi?
-¡Toma!

-¡Aaaaaaarg! ¡Maldito hijo de sardina!

Sólo es tiempo

El hombre tiempo

El tiempo, la constante erosión del mundo. El jardinero que cuida de la tierra. El proveedor de necesidades. Cae sobre el hombre. Sobre el mundo. Sobre la muerte a la que le da la vida. Porque el tiempo es vida, y la vida tiempo.
El pulso latente del cosmos. El pulso latente de una caricia.
Somos el tiempo y el tiempo no tiene orden, sólo es tiempo.
Sólo es vida.

6 de noviembre de 2011

El reverso de la vuelta

La vuelta había sido larga. No recordaba cuando la inició. Aún dudaba, de hecho, si en realidad la había iniciado. Pero había vuelto. Aunque en verdad su viaje no había ni empezado aún, él ya había viajado en el tiempo, había cruzado el cielo sin percatarse de las estrellas, cruzó el mar y descansó. Viajó tanto que ni tan siquiera estaba a punto de zarpar, ni tan siquiera era el momento de partir.
No obstante, su determinación no dejaba espacio al destino. Y sus días pasaban con el sabor amargo de la despedida. Con los seguidos ires y venires que le caracterizaban, inconstante, volátil. Volar. Así se encontraba Roland, que en las últimas semanas sus actividades sociales se habían disparado. Todo era un favor por ahí, una cerveza allá, unos besos por aquí y todo lo demás le quedaba por acá. Sin darse mucha cuenta, Roland, había dejado de comportarse de forma regular. Su mente, ya en un viaje, se había despojado de las obligaciones morales impuestas por la sociedad y era, nuevamente, libre. Esta libertad conferida por su situación no le hacía otra cosa más que permitirle ser él mismo y así su personalidad, libre y a flor de piel, disfrutaba con los demás y por consecuencia, florecía. Era libre. Era libre porque se marchaba, iba a partir y poco le importaba el resto del mundo más que el suyo. Poco le importaba ahora ya, a Roland, el amor o el quedar bien con los demás. 

Los días pasaban cada uno distinto al anterior. Y su personalidad cada vez se hacía más atractiva para los demás. Por ello había conocido a mucha gente y en él algo le empezaba a inquietar. Le inquietaba la mirada felina de tez morena. Le inquietaba. 

Tanto tiempo de viaje y justamente ahora, empezaba a vacilar. Las cosas nunca le salieron como lo había planeado. Y en muchas ocasiones había tenido que planear un no plan.
Nuevamente, se le volvieron a truncar las cosas. Su mirada le hería más allá de sus ojos y razón. La tenía atrapada en su mente. Y se preguntaba el porqué de su desdicha. Se cuestionaba por el valor de la cosas, por el peso de lo que no es medible. 

Roland, quisquilloso y soñador, se encontraba partido. Partida su razón y su corazón, y estos también se encontraban partidos entre sí. Tenía que decidir, ser fuerte o débil. Ser lo que esperan de él o ser él mismo. Y entonces se preguntaba: "¿Para quién vivo?". "¿Vale más mi felicidad que la que pueda yo dar a los demás?".
El rostro se le tornó sombrío, porque el corazón, después de años le volvía latir. Pero eran latidos de un desesperado corazón que gritaba al partir, para no ser olvidado. Para no ser abandonado. Para no ser desterrado.

4 de noviembre de 2011