26 de septiembre de 2009


Echando de menos a los buenos amigos...

22 de septiembre de 2009

EL sueño de las legañas

Se acomodaban viscosamente, mullidos en los vértices. Allí, en donde parten los barcos de los sueños. Donde la maldad desaparece para dar paso a la dulzura de la inocencia. Es ahí mismo donde se mecen y descansan reparando las heridas del alma. Duermen juntos y pegados por miedo a perderse si se pierden de la mano, si se pierden en el frío de estar separados. Se besan los párpados dejando sus babas en estos, cosechando así, lo que sera su simiente, que nada más nacer se abalanzarán sobre ellos, anclados en el vértice. Ahí, donde duermen, cada uno de los nacidos le susurrará a los párpados sus sueños vividos, para que sus palabras se conviertan en imágenes sin sonido siendo así estos pequeños, sus sueños no vividos. Después, de haber narrado con exaltación su vivencia y liberada su agitación, son invadidos por el cansancio e insomnes se acurrucan en los vértices junto al calor de sus padres. Cuando el último de los nacidos cae rendido sobre sus hermanos y hermanas; la noche, en el momento de morir, los congela para protegerlos de la terrible realidad que es la luz.
Y es cuando despiertan los párpados que se realizan los sueños de las legañas, que sin saber, les narramos susurrándoles con los párpados...

17 de septiembre de 2009

El orugón volador

En algún lugar de la inmensa pradera, había una comunidad de orugas tejedoras de seda; la mejor de la región. A diferencia de todas las demás orugas, éstas se habían resignado a no convertirse en mariposas por las ganancias que les reportaba el hilo que producían. Y el negocio era próspero, competían con las arañas en calidad pero ganaban en cantidad pues estas eran incapaces de organizarse, pues como es bien sabido poseen un fuerte carácter individualista. Un día, que la demanda excedía la capacidad de la comunidad, su gerente, una oruga mayor, arisca e exigente estaba agobiada por la cantidad desorbitada de seda con la que debían cumplir, tanto fue así que ésta que en la lengua de las orugas se llamaba Fffufffhhc, pero que era conocido como Orugón; pues si llegó a ser gerente no fue porque fuera el mejor ni el más eficaz o eficiente sino porque era el más grande y era tal su imponencia que nadie nunca se atrevió a llevarle la contraria, no obstante ello no lo convirtió en un tirano pues como nunca se destacó por sus virtudes sintió como un premio su ascenso como gerente de la sección. Tal era su gratitud que era el que más se exigía ya que no tenía una familia que le esperara en su casa, razón por la que se pasaba las horas en su sección, consiguiendo así que su planta fuera la más prolífica de todas.
Esta situación fue la que llevó a Orugón a su génesis, que es la que esta historia nos trae. La fama que se había construido Orugón era tal que la producción le sobrepasaba, y tal fue la situación y el miedo a fracasar que por iniciativa y para cumplir con la cuota tomó la decisión de ponerse a producir seda junto con toda su sección. Todos se sintieron aliviados al ver a tal inmensa oruga bajar las escaleras. Todos pensaron que algo de tal tamaño debía de ser capaz de producir una gran cantidad de seda, por lo que todas las orugas respiraron aliviadas y se pusieron a trabajar con más ganas.
Orugón se puso patas a la obra y a producir seda. Lamentablemente para Orugón que llevaba tanto tiempo sin trabajar como oruga que al volver a hacerlo su seda salió disparada por toda la sala, golpeando a toda la planta y tirando todo que se le puso por delante, con la intención de controlar la situación y evitar así más daños apuntó hacia arriba, cayéndole encima toda su seda acumulada durante meses. Todos inmutados, observaron cómo de la seda caída sobre Orugón le empezaban a nacer alas. Cuando Orugón vio el desastre que había ocasionado y viendo que no alcanzaría a la producción demandada, desplegó sus alas y alzó el vuelo dejando a la planta plantada.

Ilustración nacida en el curso de ilustración infantil al que estoy yendo.

7 de septiembre de 2009

Todo está como debe; 2+6=8

Es inevitable que pasen los años. Y con esto quiero decir que hoy cambio un dígito en mi cifra de la edad, la verdad es que no me importa mucho. Estoy satisfecho vamos. Mis pies están más lejos de lo que jamás creí que serían capaz y sé también que es sólo el principio. También soy consciente que estoy muy lejos de mi hogar, y que a veces me siento un poco solo, sólo un poco. Y que es raro estar muy muy muy lejos de gente con la que antes estaba muy muy muy cerca. Pero son cosas de cada uno.
Bueno, estas palabras son sólo para dar las gracias a todos y todas, hermanas, familia, amigas (la mayoría manda), amigos, personas especiales que abundan a mi alrededor y mis almas gemelas que andan en las otras partes del mundo por ser igual de parecidos, a pseudo-hermanos y pseudo-hermanas... por estar o no ahí cuando hacen falta y si no por lo menos para reírnos cuando hace o no hace falta. Mis veintiséis sois vosotros, gracias ;-)


Esta felicitación es una postal de mi querida amiga Inés.
¡Gracias! No me cansaré de dártelas, jajaja.
Tan genial como siempre, sigue así.

Y para cerrar el episodio egocéntrico del día que además nadie me lo puede negar hoy...
Según el calendario de poemas de M. Benedetti correspondiente al respectivo día de hoy, siete de septiembre del dos mil nueve, es el siguiente:

Las caricias de los sueños
que son prodigio y encanto
adolecen de un defecto
no tienen tacto.

Que tengan un bonito día.